GALLETAS DE GARBANZOS

Estas son unas galletas atípicas, ya que no son dulces, aunque a simple vista lo pueda parecer.

Y sí, están hechas con garbanzos, así que ya tenemos una buena manera de comer legumbres sin tener que poner una olla al fuego..

También es una buena manera de que los niños coman legumbres, ya que el sabor a garbanzo no es muy pronunciado, y en cambio el formato y la textura las hacen muy apetecibles. 

¡Os animo a prepararlas!


INGREDIENTES 

* Bote de garbanzos cocidos ( de 500 gr ) .  Peso escurrido 400 gr
* Harina de avena ( 80 gr ). Si solo tienes copos, puedes picarlos en la batidora .
* 40 ml de aceite de oliva 
* 6 dátiles
* 1 cucharadita de canela 


PREPARACIÓN

Escurrimos los garbanzos en un colador y los lavamos con agua para quitarles el caldo viscoso que traen , que aunque dicen que no es malo, yo prefiero quitarlo ya que son conservantes y aditivos que les ponen para que el producto se mantenga en buen estado. 

Con una batidora normal o picadora, trituramos los garbanzos junto con los 40 ml de aceite y los datiles, hasta que no queden grumos y se vea una pasta tipo crema. Si no os cabe todo, podéis hacerlo en partes. 

Seguidamente, echamos esa masa en un bol y le añadimos la harina de avena. Mezclamos con una cuchara hasta integrar todos los ingredientes. Ahora es el momento de aromatizar el preparado con la cucharadita de canela. 

Por último, volcamos la masa en una superficie lisa y la  trabajamos hasta que quede una bola suave. 

Si tenéis un rodillo de cocina, utilizarlo para aplanar la masa  ( dejar un centímetro de grosor ), pero si no tenéis , no pasa nada, podéis aplanar con las manos, o con una botella bien limpia haciéndola rodar. 


Para hacer la forma de las galletas podéis utilizar moldes con las formas que queráis, pero yo las  hago redondas con un vaso, le doy la vuelta y lo aprieto en la masa. Ojo al coger la masa porque se os puede romper. Recomiendo cogerla suavemente con una espátula o tenedor . Y eso es todo. 

Ahora al horno. Las colocamos en una bandeja  a 180 grados y las  dejamos 40 minutos. 

A la hora de sacarlas estarán blanditas, pero es normal, no las toquéis porque al enfriarse se endurecen bastante, todo y que la textura de estas galletas son esponjosas. . 

¡A disfrutar!