CANELONES CASEROS 

Hoy os voy a presentar unos canelones caseros, es el plato típico de Navidad o del día de San Esteban, pero hoy día se ha convertido en un manjar que se degusta cualquier día de la semana.Os voy a decir mi truquito personal para que el relleno tenga un sabor especial, y no es otra cosa que la canela! Parece mentira, que esta especie, pueda dar ese toque tan sutil a un plato tan simple como los canelones.  Venga, a cocinar !

Ingredientes


* Placas de canelones ( yo suelo hacer 6 por persona ) 
* Salsa bechamel
* Carne picada de cerdo o ternera
* 1 cebolla 
* Lata de paté o foie gras
* Canela
* Queso rallado   

Lo primero de todo es hervir las placas de canelones en una olla con agua hirviendo. Hay que tener cuidado de que no se peguen, yo suelo siempre hervir más placas de la cuenta, porque siempre acaban rompiéndose y así me aseguro de no quedarme corta con las raciones. 

Mientras hierven las placas, vamos cortando la cebolla en trocitos pequeños y la freimos.Cuando esté bien doradita, casi caramelizada, la apartamos y vamos haciendo la carne.

Cuando esté la carne cocida, la metemos en un bol y le añadimos la cebolla ya cocinada. Lo salpimentamos y removemos un poco. Abrimos la lata de paté y la mezclamos con la carne y la cebolla. Cuesta repartir el paté, hay que tener paciencia, pero el sabor que le da a la mezcla es exquisito.Por último, le añadimos un poco de salsa bechamel para darle cremosidad y aqui va el truqui personal; una pizquita de canela por encima. Hay que tener cuidado de no pasarnos, ya que es muy aromática.  Dejamos la mezcla a un lado. 

Cuando las placas de canelones esten cocidas,las ponemos en una superficie lisa y las vamos rellenando con la  mezcla de carne. Los enrollamos y los depositamos en un fuente o bandeja de aluminio a la que previamente habremos enmantequillado suavemente.Los cubrimos con la salsa bechamel, espolvoremos con el queso rallado y por último, volvemos a darle el toque de la canela. Cogemos una pizquita con los dedos y la tiramos por encima como si fuera una lluvia. 

Metemos la bandeja en el horno y lo calentamos durante 20 minutos a 200 grados y 3  minutos con el gratinador. 

Os chuparéis los dedos!